Doñana está repartido en tres provincias andaluzas: Huelva, Sevilla y Cádiz. El camping que escogimos para dormir está entre Hinojos (provincia de Huelva) y El Rocío, en plena naturaleza. ¿Lo mejor del camping? El precioso mar de pinos en el que está enclavado y su increíble piscina.

El camping donde estuvimos se llama Huttopia Doñana. Huttopia es una cadena de campings especializada en campings de naturaleza, están por todo Europa y por EEUU, son campings familiares para disfrutar la vida al aire libre, tienes la posibilidad de acampar tanto en increíblemente bien equipadas mobile homes (que son como pequeños apartamentos, nosotros las cogemos a veces) como tiendas, caravanas, autocaravanas, etc. En este caso nosotros fuimos a estrenar nuestra nueva y flamante tienda hinchable.

Doñana es un parque bastante grande, tiene 124.487 hectáreas. Visitarlo todo en un día es inviable. Hay multitud de opciones para visitar el parque; de día completo, norte, sur, en grupo, visitas privadas, etc. Hay que planificar bien y medir bien las fuerzas.

Nosotros escogimos una visita de medio día, el norte del parque, me daba un poco de respeto meter a los niños la paliza de todo el día, reservé la visita guiada un día que les tenía revoltosillos, con lo que no me atreví a más. Fue un error, nos quedamos con ganas de más. Las visitas guiadas suelen salir del Rocío, al ladito del camping, con lo que es perfectamente viable hacer dos medias mañanas o un día entero y no agotar a los más pequeños.

Las visitas se hacen en autobuses de medio tamaño todoterrenos (salvo que cojas la visita privada que vas en un todo terreno). En la del norte que hicimos nosotros pudimos ver huellas de lince ibérico, un montón de aves diferentes, los famosos flamencos, caballos salvajes y un largo etcétera con el que disfrutamos todos un montón.

El Rocío es una localidad perteneciente a Almonte, no tiene ayuntamiento propio. Es una aldea de unos dos mil habitantes que durante la romería de Pentecostés ha llegado a albergar a un millón de personas.

El encanto del Rocío son sus maravillosas marismas y su preciosa Ermita. Yo ya no viajo con cámara, hago las fotos del blog con un movil normalito y cuando llego a sitios como estos la echo mucho de menos (antiguamente íbamos cargados con una canon EOS y sus correspondientes objetivos, pero con tres niños me faltaban manos siempre).

¿Qué hacer en el Rocío?

La particularidad del Rocio es que es una aldea completamente diseñada para hacer vida a caballo, caminos de tierra (nada de asfalto), abrevaderos, mesas especiales en terrazas para poder tomar algo estando a caballo. Es curioso, es bonito y se disfruta paseando, mirando y haciendo fotos.

A parte de pasear y empaparse con un ambiente que parece sacado de una película del oeste, el otro gran punto de interés en el Rocio es el Palacio del Acebrón (que significa asno salvaje). Es una edificación que pese a su estilo clásico se construyó en entre 1951 y 1961. Está adecuado como centro de visitantes y su sendero peatonal “Charco del Acebrón” es super recomendable.

Nosotros hicimos un viaje a Doñana de tres noches, cuatro días, con lo que solo nos dio tiempo a ir un día a la playa. Después de investigar mucho, la que escogimos fue la de Cuesta Maneli, un arenal precioso, una playa virgen en lo que llaman Costa de la Luz, dentro del parque de Doñana, entre Mazagón y Matalascañas.

La playa se encuentra en una zona natural protegida, con lo que el acceso en coche está regulado. Hay que recorrer una pasarela de madera de aproximadamente un kilómetro y medio. Durante su recorrido hay un montón de paneles explicativos y el entorno es precioso, forma parte del parque nacional. En la playa no hay ningún tipo de servicio (hay que llevarse todo lo que necesitemos) y el final del camino no está adaptado para carritos ni para personas con movilidad reducida.

La playa es una maravilla, cero masificación, un arenal que se extiende hasta donde alcanza la vista, unas vistas preciosas. Recomendable al 100%.

De las cosas que más nos gustaron de dormir rodeados de plena naturaleza en el camping de Huttopia en Doñana fueron el carril bici que te lleva a través del parque hasta Hinojos y los preciosos caminos de tierra perfectamente transitables con niños que hay a su alrededor. Nosotros viajamos muchas veces con el portabicis (tenemos uno de cuatro bicis aunque por temas peso de las bicis ya solo podemos llevar tres). En este caso por ser un desplazamiento corto no lo había puesto y me arrepentí nada más llegamos al camping. Afortunadamente podían alquilarse y allá que nos fuimos una tarde a recorrer los alrededores del camping en bicicleta. Al final estas pedaleando dentro de lo que es el parque y es una maravilla (evidentemente no dentro de la zona de más protección, pero Doñana a fin de cuentas).

Se que es un clásico, pero nosotros somos de Madrid, y claro, por mucho que nos guste nuestra ciudad, un atardecer en la playa no tiene nada que ver con un atardecer en Madrid. Disfrutar de un paseo junto al mar, tomarse un helado y ver caer el sol, para nosotros es un planazo que recomiendo a todo el mundo. Yo no tenía muy claro dónde ir pero preguntando y preguntando me recomendaron la Playa del Coto en Matalascañas. Hay aparcamiento, chiringuito, un buen arenal y un paseo marítimo muy agradable por donde caminar. Nosotros no somos de irnos a primera línea de playa en zonas demasiado concurridas, no conocíamos Matalascañas, nos sorprendió para bien, estaba muy cuidada, muy limpia y pudimos disfrutar de un atardecer increíble.