Arcadia Quest

El Arcadia Quest es un juego muy completo para introducirse a jugar a juegos más complejos y salirnos de los típicos a los que estamos ya todos acostumbrados (que a nosotros también nos gustan, pero la variedad viene bien).

Es un buen juego para que los pequeños empiecen a planear estrategias complejas, a controlar sus emociones a la hora de ganar y perder y a jugar en equipo (hay adversarios que será muy difícil que derroten cada uno por separado).

El juego es divertido también para niños “más adultos” y para sus padres con lo que se hace una muy buena adquisición para cualquier familia. En conclusión es toda una experiencia a compartir que merece la pena.

Arcadia Quest es un juego de varios autores, entre ellos Eric M. Lang, uno de mis diseñadores de juegos favorito, que diseña y coordina algunos de los lanzamientos de juegos de mesa más exitosos de todos los tiempos.

Arcadia Quest fue lanzado al mercado a través de la plataforma de crowdfunding kickstarter.com, recaudó 774.222 USD en el año 2014, desde entonces su editorial en inglés CMON ha acabado de convertirse en todo un referente en el mercado de los juegos de mesa con varios superventas al año a nivel mundial.

Hay dos formas de jugar al Arcadia Quest. La primera es siguiendo el libro de campaña, una campaña se compone de 6 escenarios, tenemos 11 en total, luego podemos jugar perfectamente 12 veces siendo todas las partidas totalmente diferentes.

Luego, por supuesto, podemos diseñarnos nuestros propios escenarios, y si complementamos la caja principal con las expansiones existentes (que no hacen falta para pasárselo pipa pero las querrás tener), las opciones de juego son bastante ilimitadas.

Lo primero que hacemos al comenzar el modo campaña es crear nuestro “gremio”, nuestro gremio se compone de tres héroes, con lo que tendremos que ir escogiendo entre los doce que vienen en la caja y poner sus cartas sobre nuestra ficha de gremio.

Luego repartiremos las cartas de mejora que correspondan, esto son cartas que nos aportan extras en forma de dados adicionales a tirar, vidas extras o habilidades especiales. Cada vez que vayamos terminando un escenario nuestros personajes irán aumentando en “poder” gracias a estas cartas, que apuntaremos en la hoja de campaña para recordarlas para la partida siguiente.

El juego funciona con una especie de “inteligencia artificial”, esto es, no hay nadie que controle a los malos. Los malos se ubican en la designación establecida en cada escenario y se activan en función de las decisiones y acciones que vayan tomando los personajes de los jugadores.

En el mercado ya existen muchos juegos de esta dinámica, pocos que yo recomendase para niños de menor edad como el Arcadia Quest, con lo que una vez hagamos el pequeño esfuerzo de aprender las reglas, se nos abrirá un mundo de opciones.

Cada jugador en su turno puede mover y atacar, mover y coger una ficha de exploración o descansar. Solo se puede mover un personaje por turno, aunque hay habilidades, cartas y opciones que te permiten activar un segundo personaje bajo determinadas circunstancias.

Los monstruos que nos vamos encontrando pueden herir o matar a nuestros personajes, lo bueno es que hay diferentes opciones para irnos curando y cuando nos tomamos un turno para descansar nuestros personajes muertos pueden resucitar y volver a la partida.

Una de las peculiaridades del Arcadia Quest si no estás acostumbrado a este tipo de juegos son sus dados, están personalizados a las reglas del juego.

Hay dos colores, uno para atacar, los negros, otro para defenderse, los blancos. Ambos dados tienen un dibujito en formato de “sol” con un puntito en el centro que representan un crítico, lo que nos da un éxito en ataque o en defensa según corresponda y a parte nos permite repetir la tirada de ese dado y conseguir más “éxitos”. Los dados blancos tienen también el dibujo de un escudo que representa un éxito en parar un ataque. Los dados negros tienen el dibujo de una espada o un arco que nos sirven para tener éxito en nuestros ataques (o los monstruos en los suyos) en función si el ataque es con armas a distancia (el arco) o armas cuerpo a cuerpo (la espada).

Cada escenario tiene lo que se llaman gestas que hay que cumplir. Estas gestas son de varios tipos, pueden consistir en encontrar un objeto que se ha perdido y los héroes necesitan, matar a un monstruo o incluso matar a un personaje de otro de los gremios, esto es de otro de los jugadores.

Cada uno decide como tiene que jugar, nosotros en nuestro caso, para evitar peleas entre los niños, no aplicamos las reglas de realizar las gestas que implican matar a otro jugador.

No tenemos todos los escenarios terminados y mientras escribo este artículo tenemos desplegado uno pendiente de terminar, mis hijos están hablando entre ellos el darle más salsilla al juego y empezar a enfrentarse unos con otros :-).

El caso es que para ganar un escenario y terminar esa sesión de juego hace falta que un jugador complete tres gestas (o dos si no juegas a enfrentarte entre gremios).

El completar una gesta o ser el ganador habitualmente va recompensado con nuevas habilidades especiales en forma de cartas de recompensa. También vamos consiguiendo oro (botín) durante el desarrollo de la partida y al final de cada escenario podremos “comprar” cartas de mejora que nos den habilidades especiales (una espada nueva, una armadura, una habilidad mágica…).

Una de las cosas positivas del juego es que aunque se te de mal un escenario, hay cartas de mejore que cuestan muy poquito oro, tus personajes resucitan, etc., con lo que siempre te lo pasas bien, siempre mejoras y siempre tienes cosas que hacer interesantes aunque no seas el que va “ganando”.